La inteligencia artificial está encontrando un mayor espacio en el día a día. Así lo considera GBM, quien asegura que esta tecnología está siendo aplicada con mayor frecuencia en las rutinas diarias, permitiendo que las máquinas aprendan de las experiencias y las ejecuten.
GBM cita un reciente reporte de IDC, que estima que el gasto en inteligencia artificial a nivel mundial llegará pronto a los $432.800 millones. Esta misma compañía asegura que al final de este año, la inteligencia artificial habrá crecido un 20 por ciento en todo el mundo.
El próximo desafío es llevar la inteligencia artificial a la nube. Entre las ventajas que puede traer este paso está que es una excelente forma de ampliar los recursos a un bajo costo, ya que se paga solamente el tiempo que se use el servicio.
Modelos de servicios de IA en la nube
Actualmente existen varios servicios que utilizan inteligencia artificial en la nube y que pueden ser útiles para las empresas.
Cognitivos: dotan a los equipos informáticos de las capacidades de percibir y procesar aquello que ha sido percibido, similar a los humanos. Utilizan las capacidades de Machine Learning como reconocimiento y generación de voz.
Bots: software que es capaz de realizar diferentes tareas por su cuenta, sin necesidad de intervención humana.
Aprendizaje automático: se centra en desarrollar sistemas que aprenden, o mejoran el rendimiento, en función de los datos que consumen.
Existen también otras opciones que pueden integrarse al desarrollo de las empresas como: analizar grandes datos, aumento de la productividad, predecir comportamientos o mejoras en las experiencias de los clientes.
Una encuesta de Gartner asegura que entre más de 3.000 CIOs, la Inteligencia Artificial ocupa el primer lugar como la tecnología que cambia las reglas del juego lejos de los datos y análisis, que ahora ocupan un segundo lugar.
En 2019, el número de empresas que implementaban la inteligencia artificial experimentaron un incremento de un 270 por ciento en su productividad.