Todo es Internet de las cosas, pero no todo es lo mismo
Alexander Rojas, Gerente de Ventas y Desarrollo de Negocios de MediaTek para Centroamérica y El Caribe
El amplio uso del término Internet de las cosas (IoT) tiende a confundir a las personas y mezcla tecnologías y conceptos muy diferentes en un mismo plato. Así juntamos términos como Industria 4.0, Agricultura inteligente, ciudades inteligentes y automóviles conectados por una misma palabra IoT.
Hoy en día el Internet de las cosas está presente en todas partes. Periódicos, sitios web, videos en canales de YouTube, eventos, todos hablan sobre la popularización de IoT. Pero después de todo, ¿qué es? En la práctica, estamos hablando de la capacidad de agregar conectividad a cualquier cosa y en algunos casos aún no es claro si agregamos esta conexión cuál es el beneficio que podría traer a los usuarios.
Y es exactamente en esta inmensa posibilidad que el término IoT comienza a perderse, porque carece de especificidad, incluidos los números. Por ejemplo, los expertos señalan que para 2025, 25 mil millones de equipos deberían estar conectados a algún tipo de sistema inteligente en todo el mundo. Más que eso: se espera que estas «cosas» generen datos equivalentes a 50 billones de GigaBytes y generen alrededor de US $19 billones en la próxima década.
Los números son impresionantes y atraen la atención de las empresas que desean buscar su lugar en este mercado y es aquí es donde llegamos a un punto importante: en este mar de posibilidades y oportunidades, necesitamos saber exactamente de cuáles estamos hablando y qué productos finales queremos conectar. Solo así podremos hacer que este concepto sea más tangible, y el Internet de las cosas, algo realmente necesario.
IoT es tan diverso como las industrias a las cuales quiere servir. Es por ello que sería más productivo hablar sobre temas como la Industria 4.0, agricultura inteligente, ciudades inteligentes, automóviles conectados, tecnología de dispositivos portátiles, productos de salud y bienestar, hogares conectados, pequeños electrodomésticos conectados, etc., para cada uno de ellos hay soluciones y oportunidades diferentes.
Esto se debe a que, para cada uno de estos sectores hemos identificado oportunidades diferentes, usos variados de las tecnologías y arquitecturas. Sin mencionar un tema transversal a IoT como lo es la seguridad y la privacidad de la información, del cual no nos enfocaremos en este artículo al requerir de un apartado separado.
Para abordar solo el aspecto técnico, tenemos el ejemplo de las tecnologías LPWAN (cobertura de área amplia de baja potencia), que desempeñarán un papel muy importante para las ciudades inteligentes. Serán compatibles con aplicaciones como mediciones remotas de energía, gas y agua, además de la iluminación inteligente. También pueden generar ahorros para los proveedores de servicios y ayuntamientos, además de ofrecer capacidad de monitoreo de energía a un nivel que no es posible realizar hoy en día.
Las nuevas tecnologías Wi-Fi están a su vez más presentes en aplicaciones de interior donde, junto con arquitecturas seguras, tendrán poder de transformación en la Industria 4.0.
En el área residencial también tenemos un mercado separado, enfocado en aplicaciones domésticas conectadas, electrodomésticos inteligentes y seguridad residencial. Este sector se beneficiará de la combinación de Wi-Fi, tecnologías de inteligencia celular y artificial, que permitirán la creación de sistemas mucho más inteligentes y efectivos que los dispositivos que se usan actualmente.
También hay uso de vehículos, donde la tecnología 5G, desempeñará un papel principal en la comunicación entre automóviles, prometiendo aumentar la seguridad y mejorar los tiempos de viaje en las grandes ciudades.
Analizando de esta manera, nos damos cuenta de que, cuando se habla de IoT, no se puede poner todo en una sola canasta. Por el contrario, vemos que diferentes tecnologías y arquitecturas tendrán diferentes roles en la tarea de llevar conectividad a los diferentes objetos que nos rodean.
Cada cosa se conectará de acuerdo a los requerimientos de las aplicaciones finales esperadas y se utilizarán diferentes conjuntos de tecnologías y soluciones para obtener el mejor resultado. Es hora de salir de la jerga de la tecnología y comenzar a buscar más especificidad cuando se habla de Internet de las cosas. Después de todo, no es todo lo mismo.