
Un estudio reciente de Kaspersky reveló un dato impactante para la seguridad digital: el 54% de las contraseñas filtradas en 2025 ya habían aparecido en fugas anteriores.
Esto quiere decir que muchas personas siguen usando claves viejas, recicladas y fáciles de adivinar, extendiendo las posibilidades de que los cibercriminales sigan accediendo a ellas y ejecuten ataques.
Al analizar filtraciones ocurridas entre 2023 y 2025, se encontraron patrones que se repiten una y otra vez como: fechas de nacimiento, años recientes y combinaciones básicas siguen siendo parte del problema.
Uno de los ejemplos que se señala es que una cada 200 contraseñas filtradas terminan en 2024, y cerca del 10% incluye números que parecen fechas entre 1990 y 2025.
La combinación “12345” sigue siendo la contraseña más común, acompañada de palabras como “love”, nombres propios o países.
De acuerdo al estudio, la vida promedio de una contraseña expuesta es de entre 3.5 y 4 años. Eso significa que una clave robada puede seguir siendo útil para un atacante durante mucho tiempo, especialmente si el usuario la reutiliza en varios servicios.
La recomendación de Kaspersky es usar contraseñas largas y distintas en cada servicio, activar la verificación en dos pasos, desconfiar de enlaces sospechosos y mantener aplicaciones y dispositivos actualizados.

